La pelea entre Jake Paul y Julio César Chávez Jr. ni siquiera ha comenzado, pero los golpes verbales ya están haciendo eco. Durante la primera conferencia de prensa oficial celebrada este miércoles 14 de mayo en Los Ángeles, el youtuber devenido en boxeador no se guardó nada y lanzó un misil directo al orgullo del mexicano.
“Hay dos cosas que no puedes vencer: a mí y tu adicción”, soltó Paul con una sonrisa burlona y un micrófono en la mano.
Pero no se quedó ahí:
“Este tipo es un cobarde. Debería haber estado en un programa de Disney Channel en lugar de arruinar el legado de su padre. El 28 de junio lo convertiré en un meme”.
El enfrentamiento, pactado para el 28 de junio en el Honda Center de Anaheim, California, fue presentado oficialmente por Golden Boy Promotions, y el primer “cara a cara” no decepcionó: hubo insultos, miradas retadoras y hasta amenazas de doble KO.
Jake Paul, siempre en modo show, aseguró que la afición mexicana estará de su lado:
“Los mexicanos me aman más que a este tipo. Le voy a demostrar quién es el verdadero peleador mexicano”.
El Junior, flanqueado por su famoso padre, respondió con temple, pero sin dejarse.
“Jake está loco. El día 28 vamos a ver qué onda con él. Él nunca ha noqueado a nadie, dime a uno que haya noqueado”, dijo entre risas, aunque sin perder la seriedad.
En un momento álgido del encuentro, Paul subió aún más la apuesta:
“Yo podría patear el trasero de los dos, de Chávez y el Junior en una misma noche”.
La respuesta del legendario Julio César Chávez fue breve pero contundente:
“Cuando él nació, yo ya era campeón… Va a ser una buena pelea y voy a ganar”.
Este combate ha captado la atención no solo por el contraste de estilos —Paul, la figura mediática; Chávez Jr., el heredero del trono boxístico mexicano— sino por el trasfondo emocional. El hijo de la leyenda busca redención en un deporte que lo ha visto caer y levantarse, mientras que Paul quiere consolidarse como algo más que un influencer con guantes.
Y aunque todavía faltan semanas para que suene la campana, la pelea ya se está librando… con palabras que pegan más fuerte que algunos ganchos.
