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viernes, mayo 9, 2025

Sobrevivientes acusan a León XIV, nuevo líder católico, de proteger curas pederastas

Por Obed Rosas

Ciudad de México, (SinEmbargo).– El cardenal estadounidense Robert Prevost se convirtió este jueves en el Papa 267 de la historia con el nombre de León XIV. A sus 69 años carga a cuestas denuncias de haber protegido a curas pederastas durante su paso por la Arquidiócesis de Chicago, en Estados Unidos, y de la Diócesis de Chiclayo, en el Perú.

Hasta hoy, Prevost se desempeñó como prefecto del Dicasterio para los Obispos, un cargo destacado en la Iglesia que supervisa las investigaciones de obispos en virtud de la Ley Vos estis lux mundi, las normas que tiene que seguir la Iglesia católica respecto a los abusos sexuales de sacerdotes o miembros de institutos de vida consagrada.

En su trayectoria ha sido acusado de encubrir denuncias de presuntos abusos sexuales contra dos sacerdotes de la diócesis peruana de Chiclayo. También de haber permitido a un cura pederasta de Chicago vivir cerca de una escuela primaria, aún cuando había una prohibición.

El pasado 27 de marzo, la Red de sobrevivientes de abusos por sacerdotes (SNAP por sus siglas en inglés), el grupo de apoyo más grande, antiguo y activo para víctimas de autoridades religiosas e institucionales, envió una carta al Papa Francisco, un mes antes de su muerte, en la que le informó sobre seis denuncias contra seis cardenales por encubrir y gestionar mal casos de abuso.

Las denuncias por facilitar u ocultar abusos sexuales del clero se presentaron contra el Cardenal Péter Erdő, el Cardenal Kevin Farrell, el Cardenal Víctor Manuel Fernández, el Cardenal Mario Grech, el Cardenal Luis Antonio Tagle y contra el Cardenal Robert Francis Prevost, elegido este jueves como el Papa León XIV.

Shaun Dougherty, presidente de la Red de Sobrevivientes de Abusos Sacerdotales (SNAP), detalló en una carta enviada al Papa Francisco cómo Prevost encubrió a como Obispo de Chiclayo, en Perú, a los curas Eleuterio Vásquez Gonzáles y Ricardo Yesquen, acusados en abril de 2022 de abuso sexuales a tres menores de edad.

La documentación presentada por SNAP da cuenta de cómo la Diócesis de Chiclayo afirmó que el cura Gonzáles fue suspendido del ministerio tras las denuncias y que la edad y la salud del cura Yesquen le impidieron ejercerlo. La Diócesis de Chiclayo afirmó haber enviado un informe al Dicasterio para la Doctrina de la Fe sobre estos abusos.

“Tras estas denuncias en 2022, las víctimas declararon públicamente que el entonces obispo Prevost no abrió una investigación preliminar, no notificó a las autoridades civiles ni restringió debidamente el ejercicio del ministerio de los sacerdotes. Denuncian que no se les pidió que testificaran para una investigación ni que ningún investigador los citara a declarar, y que la diócesis no les ofreció apoyo ni asistencia psicológica”, se lee en la carta que SNAP envió al Papa Francisco.

El cardenal Robert Francis Prevost fue elegido este jueves como el Papa número 267 de la historia.

El cardenal Robert Francis Prevost. Foto: Vatican Media / Europa Press

En estos casos, las autoridades civiles justificaron el cierre del caso en agosto de 2023 debido a que el plazo de prescripción había prescrito en Perú.

Las víctimas presentaron fotografías y capturas de pantalla de redes sociales que mostraban al cura Gonzáles celebrar misa públicamente en La Inmaculada de Santa Cruz y San José Obrero durante el tiempo en que se suponía que su ministerio público había estado restringido.

“Como Ordinario de la Diócesis de Chiclayo, existen serias razones para creer que el Cardenal Prevost no siguió los procedimientos establecidos por la Santa Sede para llevar a cabo investigaciones tras las denuncias de abuso. Hay pruebas de que los sacerdotes acusados ​​no fueron suspendidos del ministerio público tras la denuncia de abuso y durante el periodo de la supuesta investigación preliminar. No se recabó el testimonio de las víctimas, el Cardenal Prevost no notificó las acusaciones a las autoridades civiles y no se les ofreció apoyo ni asistencia psicológica”, se lee en la denuncia.

Y añade: “Las denuncias de las víctimas indican que, bajo el liderazgo del Cardenal Prevost, la Diócesis de Chiclayo no investigó sus denuncias de abuso y tergiversó su testimonio en el informe al Dicasterio para la Doctrina de la Fe, lo que impidió una evaluación precisa del caso”.

La Red de Sobrevivientes también denunció que en 2000, como superior provincial de los Agustinos, autorizó al cura James Ray, sacerdote acusado de abusar sexualmente de varios niños, a mudarse a un convento situado a pocos metros de un colegio católico. El cura Ray, que ya se encontraba restringido en su ministerio desde 1991, había admitido haber obligado a un niño a dormir en su cama y haber cometido actos inapropiados. A pesar de ello, con la aprobación del Cardenal Prevost, se trasladó al Convento de San Juan de Piedra, muy cerca de la Escuela Primaria Santo Tomás Apóstol.

Según el Informe de 2023 sobre Abuso Sexual Infantil por parte del Clero Católico en Illinois, elaborado por el Fiscal General del Estado de Illinois en los Estados Unidos, hay 13 víctimas reportadas de abuso sexual por parte del P. James Ray. Los registros publicados por la Arquidiócesis de Chicago muestran que la diócesis tuvo conocimiento de las acusaciones en 1990. Se le impusieron restricciones a Ray, incluyendo la prohibición de estar solo con menores.

En 2000 Prevost fue superior provincial de los Agustinos.

Ray fue removido de su asignación parroquial en la Iglesia de la Transfiguración en el otoño de 1991 y retirado de cualquier otra labor parroquial. De 2000 a 2002, a Ray se le permitió residir en el Convento Agustino de San Juan Stone. Los registros de la Arquidiócesis de Chicago muestran que los agustinos fueron informados de las restricciones impuestas a Ray y solicitaron la aprobación de Robert Prevost, entonces Provincial de la Provincia Agustina de Chicago. El prior de San Juan Stone accedió a supervisar in situ el cumplimiento de Ray con las restricciones impuestas.

“La administración de Santo Tomás Apóstol no fue informada de que un hombre acusado de abuso sexual contra varios niños residía a media cuadra de la escuela. Los registros de la Arquidiócesis de Chicago incluyen cartas que afirman erróneamente que el Convento no se encontraba en las inmediaciones de una escuela, a pesar de que esta era administrada por la Arquidiócesis. Tras la adopción de la “Carta para la Protección de Niños y Jóvenes” por parte de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos en 2002, Ray fue retirado del ministerio y trasladado del convento. Fue incluido en la lista de clérigos acusados ​​de la Arquidiócesis de Chicago en 2006 y se le condenó al estado laical en 2012”, reporta SNAP.

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