Sofía Castro, hija de la actriz Angélica Rivera y del productor José Alberto “El Güero” Castro, ha sorprendido al abrirse emocionalmente sobre momentos clave de su vida familiar en una reciente entrevista en el podcast La Magia del Caos, conducido por Aislinn Derbez.
Entre los temas más destacados de la conversación, la actriz reveló cómo vivió los divorcios de su madre, en especial la separación entre Rivera y el expresidente Enrique Peña Nieto, a quien llegó a considerar como un segundo padre.
Durante la entrevista, Sofía confesó que, a pesar de haber experimentado el divorcio de sus padres biológicos cuando era niña, el divorcio entre su madre y Peña Nieto fue más doloroso para ella.
“Me dolió más el divorcio de Enrique y mi mamá que el de mis papás”, admitió por primera vez.
Según la actriz, aunque al principio de su relación con Peña Nieto había rumores sobre un supuesto “matrimonio arreglado”, ella lo veía como un miembro más de su familia.
“Lo quise como a un papá literal”, afirmó.
Sofía describió el dolor de perder a Peña Nieto, no solo como padrastro, sino como una figura paterna importante en su vida. Recordó cómo su madre y el expresidente trataron de mantener la armonía familiar, pero el final del matrimonio fue devastador para ella. “Sentía que lo había perdido”, dijo, reconociendo que su vínculo con Peña Nieto fue profundo a lo largo de los 12 años que convivieron.
La actriz también se sinceró sobre el rol que asumió en su familia durante los divorcios. Al ser la mayor de las tres hijas de Angélica Rivera, Sofía sentía la responsabilidad de ser el apoyo emocional de su madre y hermanas. “No me permití llorar. Tenía que ser fuerte para mi mamá”, compartió. Desde muy joven, tomó un rol protector, lo que, según ella, la llevó a desarrollar una gran fortaleza, aunque le pasó factura emocionalmente.
Sofía también reflexionó sobre cómo fue vivir bajo el ojo público durante el sexenio de Peña Nieto. Aislinn Derbez le preguntó cómo era la vida familiar durante la presidencia, y Castro sorprendió al revelar que, a pesar de la presión mediática, su familia tenía ciertas libertades. “Nos dejaban salir de fiesta, pero con muchas restricciones”, comentó entre risas, recordando cómo Peña Nieto les daba espacio para vivir su adolescencia de manera relativamente normal, aunque con los cuidados necesarios debido a su alta exposición mediática.
La actriz también relató un desagradable episodio que vivió en España, donde fue agredida por una desconocida en un antro, simplemente por ser la “hija” de Peña Nieto. Este tipo de situaciones fueron comunes para ella y sus hermanas, debido a su conexión con la familia presidencial, lo que les generó una constante vigilancia y críticas en redes sociales.
