(Agencia México) El cónclave para elegir al nuevo Papa inició oficialmente en el Vaticano, tras el fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril. Sin embargo, la primera ronda de votación concluyó sin resultados: humo negro salió de la chimenea de la Capilla Sixtina, confirmando que aún no hay acuerdo entre los 133 cardenales electores.
¿Qué significa el humo negro?
La señal indica que ningún candidato alcanzó la mayoría requerida para ser elegido. Según las normas del cónclave, un aspirante al papado necesita obtener dos tercios de los votos, es decir, al menos 89 sufragios. Al no alcanzarse esa cifra, las papeletas se incineran junto con productos que generan el característico humo oscuro.
A partir de mañana, se realizarán cuatro votaciones por día: dos en la mañana y dos por la tarde. Tras cada sesión, los asistentes al proceso podrán ver humo blanco o negro desde la Plaza de San Pedro. El humo blanco anunciará que hay nuevo Papa.
Así funciona el cónclave
La jornada comenzó con una misa en la Basílica de San Pedro, seguida de una oración en la Capilla Paulina. Luego, los cardenales entraron a la Capilla Sixtina, donde prestaron juramento de confidencialidad y se comprometieron a no recibir influencia externa.
Una vez cerradas las puertas, bajo custodia de la Guardia Suiza, se garantiza el aislamiento total de los participantes. No tienen acceso a teléfonos, internet ni medios de comunicación.
¿Quiénes suenan como favoritos?
Aunque no existen postulaciones oficiales, ya hay nombres que ganan fuerza en los análisis vaticanos. El italiano Pietro Parolin, actual Secretario de Estado, destaca por su amplia experiencia diplomática. El filipino Luis Antonio Tagle, de perfil carismático y moderado, también es mencionado con frecuencia. Otro fuerte contendiente es Matteo Zuppi, italiano, conocido por su visión progresista y su trabajo social.
Fieles esperan señales
Miles de personas se han reunido en la Plaza de San Pedro, pendientes de la famosa chimenea. La ansiedad crece, mientras millones en todo el mundo siguen atentos el momento en que aparezca la señal blanca que revele al próximo Papa.
El proceso podría durar varios días, dependiendo de cuándo los cardenales logren un consenso. Hasta entonces, el mundo sigue mirando al cielo del Vaticano.
