León, Gto. Un músico de 60 años de edad deleita a través de las melodías de su violín a los visitantes del jardín de la colonia Barrio Arriba u Obregón.
Martín Solorzano, originario de Guanajuato pero ya domiciliado en León, comentó que desde hace 40 años se dedica a la música, siendo los últimos 2 años el jardín de esta céntrica zona de la ciudad su escenario de presentación musical.
Explicó que el primer instrumento que aprendió a tocar fue el clarinete, gracias a su hermano músico que estuvo en una orquesta sinfónica, seguido de la flauta transversal, cuyo arte perfeccionó con otro maestro músico.
Con el paso de los años, empezó a dominar las notas en el saxofón, el violín, la trompeta y el trombón.
Pero en el violín encontró una forma fácil de salir a la calle y no aturdir a la gente, ya que instrumentos como las trompetas son muy sonoras y llegan a enfadar a los presentes.
Además de las mañanas de los miércoles, a Don Martín lo podemos encontrar los viernes en el jardín de San Francisco en el Barrio del Coecillo, y los lunes también en la plaza principal del municipio vecino de Silao.
Dentro de su repertorio musical se encuentra un compilado de 200 canciones, entre valses, pasodobles, baladas y tangos.
La actividad que realiza es solo uno de sus ingresos que diversifica junto con su trabajo como músico, pues además alienta a la juventud para que tengan un interés en la música y le dediquen tiempo como base de una disciplina.
“Principalmente que el tiempo que tengan los chavos libre aparte de la escuela y estudios básicos, dedicarlos a una disciplina que les deje a futuro no tanto económicamente pero sí que esos espacios de no hacer nada, por decirlo así, lo dediquen a algo positivo como la danza, baile o cualquier actividad”, comentó el señor Martín.
Aseguró que ha enseñado a varias generaciones de niños pequeños a los que motiva a dejar el teléfono celular y mejor dedicarse a practicar todos los días el instrumento para que en un futuro puedan tocar en un grupo, banda, ensamble o solo como él lo hace.
Detalló que de no tener dinero en un ratito puede acumular desde 30 hasta 100 pesos, producto del fruto de la disciplina que perfeccionó durante toda su vida.