Dolores Hidalgo, C.I.N. Gto. Este municipio ya ocupa el primer lugar en Guanajuato en casos insuficiencia renal y el cuarto lugar a nivel nacional, de acuerdo con datos de la Asociación Civil Ayudame, la cual tiene al día de hoy 730 enfermos registrados, cifra que aumenta cada mes. Incidiendo en jóvenes de ambos sexos desde 12 a los 25 años.
Ayúdame A.C. se encarga de brindar atención en cuanto a información, realización de tramites en busca de apoyos gubernamentales, medicina, cajas de diálisis, encausamiento a hemodiálisis, pago de trasplantes, campañas de donación de órganos, entre otros apoyos. Sin embargo, ha llegado al límite de sus capacidades.
El presidente de la organización civil, Héctor Hurtado Medina, manifestó que desde hace dos años, se ha llegado al máximo de sus capacidades en cuanto a la ayuda que se les ofrece a los enfermos, ya que no se cuenta con ningún apoyo gubernamental para paliar esta tendencia.
Y lo más grave es que las autoridades de los tres niveles, no parece importales, tal situación. Ya que esto, refiere el presidente de la asociación, debiera ser tratado primeramente como un problema de salud pública, y enseguida que se declare emergente.
Explicó que en el transcurso de este año han fallecido más de 30 enfermos, y en los últimos tres años podemos sumar más de 100, en plena juventud, por no poder seguir los tratamientos caros propios de esta enfermedad.
Enfatizó que esta es una enfermedad no la cubre el Seguro Popular, por lo que el enfermo en su mayoría de bajo nivel económico, una vez que se le detecta tiene que cargar con todos los gastos que esto implica.
En algún momento la Asociación tuvo el apoyo de la Secretaria de Desarrollo Social Humano, pero a partir del inicio del gobierno de Miguel Márquez, se les negó porque era un problema que debiera de atender la Secretaria de Salud, misma que no ha se pronunciado al respecto.
Un agravante es la falta de presupuesto para investigar las causas de origen de este problema de salud pública en el municipio.
Por parte de esta institución altruista, se han promovido varias investigaciones, donde se han visto involucrados científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la UNAM, pero no se han podido concluir por la misma falta de recursos, a pesar que ellos requieren de lo mínimo, para trasladarse y proseguir con lo que han iniciado.
Esta enfermedad tiene varias aristas, alrededor de treinta enfermos actuales se les detecto en el país vecino de los Estados Unidos, y llegaron al municipio ya canalizados para su tratamiento de hemodiálisis, otra vertiente que se detectado es que existen familias, con dos tres o más enfermos en la misma situación.
La incidencia más alta se da en la cabecera municipal, principalmente en las colonias Lindavista, 15 de Septiembre y Loma bonita, así como en el otro extremo de la ciudad el fraccionamiento Guanajuato, además que en la mayoría de las comunidades se encuentran gentes con el mismo padecimiento.
Al menos cinco personas mueren cada mes víctimas de insuficiencia renal en Dolores Hidalgo, aseguró, Héctor Hurtado Medina.
“En los últimos dos meses fallecieron 9 o 10 personas, eso es cada dos meses, la gente no resiste, pero por cada persona que muere, por cada persona que se trasplanta surgen como 10 o 15 más”.
Dijo que la construcción de una clínica de hemodiálisis, anunciada por el gobierno municipal desde que arrancó la administración, no ha sido inaugurada a pesar de estar ya construida con recursos municipales. No obstante, explicó el activista, esta no resolverá el problema ya que sólo el 10 por ciento utiliza este medio como desintoxicación de su organismo, el resto es tratado con diálisis.
En la asociación Ayúdame, más de 500 personas están en tratamiento de diálisis y requieren 15 cajas de bolsas de agua cada mes para limpiar sus riñones -un gasto aproximado de 4 mil 500 pesos mensuales-, para la hemodiálisis, los enfermos se trasladan a Celaya o León, donde cada sesión cuesta entre 1 mil 700 y 2 mil pesos, incluidos el transporte y alimentos. Esto deben hacerlo tres veces cada semana, es decir, un gasto de 4 mil 500 a 6 mil pesos.
Esto es alarmante, concluyó, pero lo más grave es el silencio de las autoridades ante este grave problema. Ya que vulnera uno de los derechos humanos más vital, que es el derecho, a tener salud.
