Guanajuato, Gto. Por irregularidades que habría permitido el gobierno que encabezó Luis Fernando Gutiérrez Márquez, la obra de ampliación del Hotel Casa Colorada fue suspendida por la actual administración municipal.
El recurso legal utilizado, fue la presentación de una demanda de lesividad, en la cual el municipio, por conducto de la dirección de Protección y Vigilancia, solicita la nulidad del permiso otorgado. Fue finalmente el pasado 20 de noviembre, cuando se procedió a la suspensión de los trabajos por parte del actuario del juzgado administrativo municipal.
Lo anterior, sucede a unos días de conmemorar el nombramiento de Guanajuato como ciudad Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco el nueve de diciembre de 1988.
El 20 de febrero del 2015, la empresa Grupo Inmobiliario Morales Franco S.A.de C.V. solicitó a la dirección de Protección y Vigilancia, una licencia de construcción. Este le fue otorgado con clave 2015, contenido en el folio 17096 con vigencia del 14 de mayo del 2015 al 14 de mayo del 2016
El regidor del PVEM, Carlos Enrique Ortiz Montaño, señaló que solicitarán la comparecencia del exdirector de Desarrollo Urbano, Sergio Knapp Aguilar, así como a la directora de Protección y Vigilancia, Dafne García, por la autorización de permisos para la edificación de la ampliación del Hotel Casa Colorada ubicada en el cerro de San Miguel.
Todo lo anterior se hizo, puntualizó, sin consultar al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)y a Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), organismo asesor de la Unesco para la protección del patrimonio mundial.
Sergio Knapp, cuando ocupó la Dirección de Desarrollo Urbano, se le cuestionó sobre las obras de ampliación de la Casa Colorada, su respuesta siempre fue la misma: no había daño a la imagen de la ciudad, y no se perdería la visual arquitectónica.
En la realidad, fisicamente se afectó la arquitectura del lugar, y no solo eso, sino que no pidió opinión del INAH y de Icomos, lo que no se explicaría por ignorancia de las normas.
“Yo creo que por ser el director, él tuvo que firmar un documento, tuvieron que haber pasado por él, esperemos que así haya sido, de lo contrario estaríamos encontrando otra anomalía en el proceso de entrega-recepción, por lo que no se descarta mandarles hablar, para que expliquen el asunto”, dijo el regidor del PVEM.
Manuel Araujo Betanzos, director jurídico de la actual administración municipal, fue quien dio a conocer la suspensión a la que procedió el municipio, buscando desechar el permiso de construcción que fue otrogado por “una persona que no está más en la administración municipal”, en clara referencia a Sergio Knapp Aguilar.
El hotel Casa Colorada, se ubica en la cima del Cerro de San Miguel, uno de los lugares de mayor impacto visual de la ciudad y más visitados por el turista, pues unos metros loma abajo se ubica el famosos mirador del Pípila.
No obstante, la visibilidad desde el mirador se ha perdido en gran parte por las construcciones que se han permitido en los alrededores, una de las primeras las instalaciones del funicular, medio de transporte turístico que es propiedad del arquitecto Eduardo Knapp Aguilar, hermano del ahora exdirector de Desarrollo Urbano.
El regidor Carlos Enrique Ortiz, señaló que si se determina que la ampliación del hotel fue ilegal, la construcción tendrá que ser demolida, ya que insistió que antes de autorizar un permiso de tales magnitudes deben pasar por una serie de instancias que avalen tales construcciones, sobre todo para una ciudad como Guanajuato.
“Ahorita está suspendida la obra, pero estaremos en análisis para determinar si se autoriza o se demuele, porque eso no quedará en obra negra y a la vista de todos. Tenemos que estudiar el caso, porque la construcción casi está terminada, yo creo que se ve un avance de hasta un 95 por ciento y para cancelar el permiso ya es muy tarde, eso se hace desde al inicio de las obras, es demasiado tarde”, agregó.
El administrador del hotel Casa Colorada, Amadeo Carlín, dijo que por el momento no tenía nada que informar pero que pronto habrá una postura por parte de la constructora que realiza la obra, la que además es dueña del hotel.
‘Demasiado tarde’
Por su parte el representante del Icomos, doctor Manuel Sánchez, dijo en entrevista por separado, que “es demasiado tarde clausurar la obra al Hotel Casa Colorada, puesto que esta presenta un avance de un 95 por ciento”.
Comentó que el municipio está “atado de manos” toda vez que la construcción debió haberse “frenado” desde un inicio pues el terreno edificado abarca un gran espacio de área natural.
Afirmó que para cualquier toma de decisiones debieron haber consultado y en su caso solicitar el permiso al INAH y el Consejo de Icomos, “yo formo parte de ese consejo y no se nos convocó, entonces no hay nada”.
En tanto, dijo desconocer sobre el proceso que está solicitando el INAH para que presenten el proyecto de la obras; “no tengo el conocimiento de nada al respecto, de la construcción de la ampliación del hotel y del permiso que habría tenido que otorgar el INAH”.
“…los gobiernos responsables de la salvaguarda del aptrimonio cutural procurarán adoptar una política general encaminada a atribuirle una función en la vida colectiva y a integrar la protección de ese patrimonio en los programas de planificación general.”
Fragmento del resoluctivo de la convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de 1972, ratificada por el gobierno mexicano en 1984.
Capítulo II, artículo quinto.
Para que se realizara la obra, comentó que la empresa constructora tendría que haber contado con los permisos del Instituto Nacional de Antropología e Historia y de la dirección municipal de Desarrollo Urbano.
“Esa construcción queda fuera de la zona de monumentos, queda exactamente colindando, la poligonal de la zona de monumentos está un lado la monumento al Pípila, esa parte prácticamente está desprotegida, la única forma de protegerla sería con un reglamento a través de Protección y Vigilancia, añadió.
El doctor Manuel Sánchez, insistió en que a su coordinación no se presentó ninguna autorización. “Se supone que cualquier noticia, cualquier información tiene que pasar por mí, pues ese es mi papel, ayudar a la protección del Patrimonio de la Humanidad”, dijo.
En ese contexto dijo que viajaría a la Ciudad de México, a la sede nacional de Icomos, para comentar el caso del Hotel Casa Colorada.
‘Remediar el daño al particular’
Al otorgar un permiso sin atender las disposiciones normativas se considera una actividad irregular de la autoridad. El particular, en estricto sentido, tiene acciones legales a su favor para que se le repare el daño por ese acto ocasionado por la autoridad, así lo explicó Manuel Araujo Betanzos.
“El responsable sería el servidor público que incurrió en esa irregularidad (…) el valor de la reparación del daño se daría de acuerdo al dictámenes periciales que se tendrían que realizar”.
Se hablaba de 10 millones de pesos… Se le cuestionó
“Es una estimación que a simple vista se puede revisar, pero ya de manera concreta se tendría que hacer un avalúo para determinar a cuánto asciende la cantidad”.
Explicó que cualquier pago que realice el municipio para remediar una irregularidad ocasionada por un servidor público, lo paga directamente la administración, y esta después lo recuperaría el servidor público responsable.