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martes, abril 29, 2025

Toyota y Ford abren plantas en Guanajuato; persisten dudas sobre calidad de empleos

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Foto: Red Política.

León, Gto. Mientras los anuncios de inversiones millonarias continúan escuchándose en Guanajuato, ni autoridades ni empresas son capaces de garantizar que los empleos generados por el ‘boom automotriz’ sean bien remunerados y con condiciones laborales justas.

El próximo miércoles en Los Pinos, Enrique Peña Nieto en compañía del gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez, realizarán el anuncio de una nueva inversión: Toyota destinará cerca de 1 mil 300 millones de dólares para instalarse en Apaseo el Grande.

Con la llegada de la empresa japonesa, Guanajuato será la primera entidad mexicana que reúne a cinco distintas armadoras: Mazda en Salamanca, Honda en Celaya, Hino Motors y General Motors en Silao, y ahora Toyota.

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Foto: Especial.

Dos días después, en el mismo recinto presidencial, Peña Nieto anunciará que Ford potencializará sus operaciones en el país, para lo cual destinará un monto aproximado de 1 mil 200 millones de dólares.

De dicha cantidad, una parte será para ampliar su planta de transmisiones ubicada en el parque industrial Castro del Río, en Irapuato.

Pero no todo es ‘color rosa’

La atracción de inversiones, provenientes del ramo automotriz en su mayoría, ha crecido de manera sistemática y sostenida en Guanajuato durante los últimos años, gracias a las facilidades y subsidios que el Gobierno del estado ha dado a las empresas extranjeras.

Las cifras multimillonarias de inversiones y el número de empleos generados a partir de éstas, fueron referentes comunes en los informes de gobierno de los últimos años del sexenio de Juan Manuel Oliva Ramírez, y ahora, con Miguel Márquez, el discurso no ha cambiado.

Sin embargo, en fechas recientes es cada vez más común escuchar cómo guanajuatenses que se emplearon en alguna de las armadoras, se quejan de las injustas condiciones laborales que tienen, así como del sueldo que perciben en relación a las horas de trabajo y las cargas laborales que les son exigidas.

El ejemplo más reciente de ello es lo que ocurrió en la planta de Mazda en Salamanca: 20 empleados fueron despedidos, precisamente, por inconformarse de las condiciones en las que laboraban.

La armadora nipona justificó el despido bajo el argumento de que los ahora extrabajadores, debido a su molestia, detuvieron líneas de producción que provocaron pérdidas monetarias para la empresa; no obstante, los elementos que ahora buscan justicia a través de Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo, niegan que haya sido así.

Aunado a este hecho, una empleada de la misma planta de Mazda presentó una denuncia por acoso sexual en contra del gerente que supervisa la línea de producción en la que labora.

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