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jueves, mayo 8, 2025

Papás y lactancia. La importancia de su apoyo

Por: Miriam del Toral*. Declaro no tener conflicto de intereses.

Cuando se habla de lactancia, se suele centrar la atención en los protagonistas más evidentes: mamá y bebé, sin embargo, la pareja tiene un rol fundamental del que hoy te quiero platicar. Esta columna está dedicada a los papás que apoyan a su mujer para que esta etapa sea verdaderamente satisfactoria.

Foto: Miriam del Toral.

Te platico

Las columnas anteriores fueron la primera y segunda parte del tema Lactancia Ininterrumpida. Tuvieron una gran aceptación, se compartieron muchas veces y recibieron más de 500 comentarios en las diferentes redes sociales. Cientos de mamás se manifestaron, compartiendo orgullosas sus largos y amorosos meses de lactancia (lo cual agradezco desde el alma).

Algunas mencionaban cómo fue difícil establecerla, que a veces es cansado pero tener la oportunidad de ese vínculo especial con sus hijos, además de verlos crecer sanos y fuertes es invaluable… aunque lo que comentaron con gran frecuencia, fue la importancia fundamental de contar con el apoyo de sus parejas.

En una ocasión, le pregunté a varios papás si creían que habían sido un factor determinante para que sus parejas pudieran amamantar, pocos comprendían la valía de su presencia y apoyo. A veces, estos amorosos padres no saben hasta qué punto influye lo que hacen para que esas lactancias sean exitosas.

Al reflexionar sobre ello, Ignacio Zárate, gran amigo, padre de dos hijas y comunicador, utilizó términos futbolísticos para explicarse:
“Yo fui como el jugador número 12. Un jugador que no corre ni suda en el campo, pero que sí suda y grita hasta desgañitarse,  para sacar desde sus entrañas más profundas todo el amor y apoyo hacia su equipo, así como el odio y desprecio hacia el rival […] Me sentí tan parte del éxito de la lactancia de mis hijas, como el jugador número 12 después de que su equipo fue campeón. Pa’ pronto, no jugué pero cómo eché porras”.

Así es, las madres necesitamos “esas porras” para sostener una lactancia en medio de una sociedad que ha olvidado su valor, pero también acciones concretas de apoyo. Llovieron testimonios de las mamás reconociendo y agradeciendo a sus parejas.

Testimonios

Ximena: “Mi esposo David, es mi apoyo incondicional, mi soporte y mi ayuda. Siempre esta ahí cuando estoy atendiendo a mi bebe para darme un vasito de agua, para pasarme el control de la tele cuando el bodoque se me duerme encima, para llevarnos una cobija cuando los dos nos dormimos. En fin, sé que sin su inmenso apoyo, jamás hubiera logrado ni siquiera seis meses y hoy, casi 20 meses después, ¡aquí seguimos!”

Ericka: “Mi esposo Fabricio es ginecólogo, obviamente llevó mis embarazos. Desde el día que nació mi primer hijo pidió que no le dieran fórmula en el hospital y que me llevaran al bebé lo antes posible y ya de ahí, no regresó a los cuneros. Después ayudaba en casa para que yo me enfocara en alimentar al bebé. Posteriormente me embaracé de nuevo y me apoyó para seguir amamantando durante el embarazo y ahora en tándem con niño de casi 2 años y niña de 4 meses. Estoy muy orgullosa de este logro y aunque no falta quien me critica, yo sé qué es lo mejor para mis hijos, así que el apoyo de mi esposo ha sido clave. He visto muchos comentarios de médicos que piden no lactar durante el embarazo, por ello valoro aún más que él sea prolactancia y me dé todo su apoyo”.

Laura: “Yo no sabía nada de este tema y él me alentó a dar sólo leche materna. Desde el primer bebé, mi marido Paco fue el que se informó acerca de la extracción y cómo hacer un banco de leche. Como es un proceso al que se le invierte mucho tiempo, en los períodos de lactancia de mis dos bebés, él cocina: desayuno, comida y cena, para que yo pueda hacer las extracciones tranquilamente. Compró una mecedora, cojín de lactancia y todo lo necesario para el banco de leche, hasta “me obligaba”a tomar litros de agua. Es decir, no sólo porras, si no acciones concretas de apoyo”.

Mariana:  “Braulio ha sido sostén en todo momento, desde el embarazo, durante el parto, la primera toma… Pero su apoyo fue determinante cuando atravesé por una mastitis recurrente. Me llevó a revisiones y asesorías, me masajeaba, me conseguía todo lo que le pidiera para llevar el tratamiento. Hizo TODO para ayudarme a salir de este doloroso trance. Incluso, consideramos el destete con tal de que yo ya no sufriera. No me alcanzarían las líneas para reflejar todo el apoyo que nuestra peque y yo hemos recibido de su parte desde siempre y en cada día de este año y cuatro meses de lactancia ininterrumpida”.

Karys: “Desde el hecho de acomodar la almohada de lactancia para que yo esté cómoda, hasta decirme que no tenga pena de alimentar a mi bebé en la calle. Si es necesario él mismo me tapa porque en lo personal no me gusta que me vean. Llevamos 9 meses de lactancia materna”.

Gaby: “Para Jorge es muy natural la lactancia. Al principio sí intenté taparnos pero Mateo, mi bebé, nunca se dejó, así que ¡adiós, sabanita! Me decía que al menos a él, para nada le importaba o incomodaba que no nos tapáramos. Jamás cuestionó la duración de mi lactancia y siempre ha estado ahí si le pido ayuda de cualquier tipo: agua, comida, cojín y almohada. Me compró mi mecedora. Al principio las desveladas, no poder salir de noche o por mucho tiempo y en general, procurar acoplarnos a los horarios y necesidades de Mateo en cuanto a la lactancia. Sin embargo, hace algún tiempo, sus amigos le cuestionaron que por qué yo seguía amamantando, a lo cual, mi amado novio les dio toda una cátedra de lactancia y sus beneficios. Desde entonces,  la frase es: “¡Porque la chichi es la chichi!”. Pero sobre todo y lo más importante, siempre me da las gracias por mantener a nuestro chaparro sano y feliz y reconoce el esfuerzo que muchas veces implica. La verdad sin su apoyo sería sumamente complicado mantener una lactancia exitosa e ininterrumpida de 24 meses”.

Belle: “Mi esposo desde el primer bebé me dijo que le encantaría que lo lactara por todos los beneficios que la leche materna ofrece, yo le platique de mis deseos de una lactancia larga y él feliz. Cuando salimos es cuando más le pido su apoyo en cuanto a dónde sentarnos en un restaurante y detallitos que me hacen sentir más cómoda al lactar. A veces me dice: “¿qué tiene? Es algo natural” y le contesto: “bueno, pues que son mías y no quiero que las vean”. Llevamos 3 meses de LME y hace poco me agradeció por el esfuerzo que hago por mantener mi lactancia y por tener a nuestra nena tan saludable. Me siento muy motivada y apoyada por él”.

Lorena: “Mi esposo me ha apoyado muchísimo… Desde el mismo día que me convertí en mamá…  y en cada momento: elegir el extractor, ayudarme en la extracción para el banco de leche, seguir las indicaciones del manejo de leche materna cuando hay que alimentar al bebé, acomodar la cobija haciendo casita en lugares públicos  y sobre todo el apoyo emocional que ha tenido en estos 3 meses… Amamantar es más satisfactorio si hay apoyo incondicional.”

Roxx: “Al inicio de la lactancia de mi segunda hija, tuve una ingurgitación muy severa. Cuando comencé con fiebre, Miguel, mi esposo, fue el que me dijo que necesitabamos ayuda de alguien porque la niña estaba sufriendo al no poder comer bien y yo por el dolor y la fiebre. Contactó con la Dra. Laura Salazar y fuimos con ella. Me revisó senos y nos dijo que estaba a punto de una mastitis. Nos ayudó a corregir postura y agarre para que no tuviera dolor al momento de amamantar. Miguel me  ayudaba a acomodarme la almohada de respaldo, llevarme un vaso con agua, darme de comer hasta en la boca para que yo amamantara a Arantza a libre demanda. Se informó bien para que las críticas y comentarios de los demás no nos afectaran y él mismo los corregía. Bueno, hasta la fecha lo hace, porque sigue informando a los que se sorprenden de que siga dándole pecho a la niña de casi 24 meses”.

Jaqui: “Para mi esposo y para mí ha sido un proceso de mucho aprendizaje. Cuando Mateo nació, las dificultades para establecer la lactancia (dolor, un bebé que no despertaba para comer, la incomodidad de la cesárea, el cansancio).  Los comentarios ‘bien intencionados’ que sugerían fórmula, le hacían sugerirme llevar una lactancia mixta, porque decía que no le gustaba verme sufrir por eso en lugar de disfrutar. En ocasiones, él cuidaba al bebé y yo me salía del cuarto a llorar, pero me alcanzaba para abrazarme y darme ánimos. Cuando Mateo tenía 4 días de nacido, lo llevamos al pediatra porque tenía fiebre y resultó que estaba deshidratado, tuvimos que dar fórmula. Yo, destrozada, él, me consolaba… Tuve la bajada de leche 3 días después y él estaba feliz de verme tranquila alimentando a nuestro hijo… Ha tenido que aprender conmigo, ha sufrido conmigo y creo que ahora también disfruta nuestra lactancia en familia. Cuando puede, habla de lo ecomómico y benéfico que ha resultado para nosotros y me hace sentir ¡muy orgullosa y respaldada!”.

Irene: “Cuando nació mi bebé estuvo varios días en prematuros. Yo me desesperaba y estresaba al sacarme la leche por la angustia de que mi bebé no estaba con nosotros. Mi esposo me decía:  ‘tu relájate, yo te ayudo’-  y manualmente él me sacaba más leche de lo que yo podía. Hasta el momento es comprensivo y me apoya, ya tenemos 16 meses de lactancia materna”.

Caro: “Quien mantiene mi lactancia cuando yo flaqueo, es Martín. Siempre se ha manifestado a favor de la lactancia, ¡ya hasta promotor se ha hecho!  En los primeros días, con las dificultades de establecer una lactancia de gemelos, nunca cuestionó mis decisiones y me alentaba a seguir. Ahora nos hemos convertido en mancuerna para trabajar en la crianza de múltiples de 2 años con lactancia ininterrumpida, que muchas veces ¡es agotador!
“Logré atravesar la agitación de amamantamiento gracias a sus mimos y elogios, pero también por la tranquilidad que nos da que reciban leche materna. Él tiene clarísima la meta: que sus hijos se desteten de forma natural a la edad que sea y hacerlo visible”.

Norma: “Mi esposo es fan del colecho. Cuando mi hijo Luciano duerme en su cuna, mi pareja es quién salta, lo carga y me lo acomoda, yo ni siquiera abro los ojos. Asume que la lactancia será hasta que hijo y madre decidan. Pero la repartición del trabajo en casa es fundamental, no es apoyo, es trabajo en equipo y mi pareja hace de todo y muchísimo y siempre dice que si él pudiera amamantar sería feliz. Barre, cocina, plancha, lava, atiende a las mascotas, atiende a su hijo y busca ser lo más equitativo posible porque no puede amamantar y sale a trabajar todos los días. También es bastante relajado con el asunto de dónde amamantar. Para él, el tema es que su hijo tiene hambre y la madre pueda estar cómoda, eso me ha permitido ser menos inhibida. Ya ni me tapo y luego se me olvida que ando con los pechos al aire pero, afortunadamente, él me lo recuerda”.

Anaili: “Nuestra meta como papás era que yo lactara a mi nena 3 meses, luego 6, ahora ya llevamos ¡13 meses! Cuando su familia me cuestionan y dicen que ya debería darle leche de cartón, él responde que:  yo soy la mamá y hasta que yo quiera le daré a mi nena, así que si les molesta ¡que se tapen o que no vengan a la casa en la cual nosotros decidimos por nuestros hijos!”.

Mi testimonio:
Esta vez, yo también incluiré mi testimonio. Mi esposo Diego, siempre dice que no sintió haber sido pieza clave en el desarrollo de mis tres lactancias. Pero sí hizo y mucho. Lo más valioso que hizo fue confiar en mí. Pero también apoyó en casa cocinando o atendiendo a los hermanitos mayores mientras yo amamantaba. Y aún más importante, no me juzgó. Respaldó mi decisión de tener una lactancia ininterrumpida de 46 meses con mi hija menor que sólo terminó cuando me diagnosticaron cáncer y tuve que ser intervenida. Entonces, él dio cobijo y atención nuestros tres hijos mientras yo salía adelante. Gracias, Diego por ello y por los 16 años de matrimonio que celebramos esta semana.

 

En conclusión:

  • Si eres papá y tu pareja está en etapa de lactancia: ¡APÓYALA! No dejes que sea sólo ella la que le haga frente a la sociedad. Infórmate, haz tareas de casa que le permitan a ella relajarse, acompáñala a los grupos de apoyo, no permitas que otros la juzguen.
  • Si tú eres ese papá apoyador ¡APLAUSOS ENSORDECEDORES! Estás haciendo más por tus hijos, tu pareja, tu familia y la sociedad de lo que tú crees. Estás ayudando a formar una cultura de lactancia que acoja y apoye a las mamás. ¡GRACIAS!
  • Si crees que a alguien le puede servir esta información, por favor, compártela en tus redes. La lactancia materna salva vidas. #PorUnMexicoSano

 

*Miriam del Toral Altamirano. Contacto para asesoría de lactancia: Whatsapp: 477 674 9021. FB Maternidad Sustentable.
Conocida como la facilitadora de lactancias felices, es mamá de 3, esposa, asesora de lactancia, bloguera, columnista, comunicóloga, especialista en Desarrollo Humano y con maestría en Facilitación de Grupos con enfoque Gestalt.  Especialización en lactancia y en Tanatología en formación.
Miembro  fundadora de Fuente de Vida, Grupo de Apoyo a la Lactancia. Imparte el Curso: “Lactancia Feliz” yEscuela del Amor para la Familia”.
Es fundadora de Maternidad Sustentable, donde se difunde información sobre lactancia materna y crianza respetuosa.  También participa en UPA Tribu, grupo de mamás que bailan con sus hijos usando cargadores ergonómicos.

Miriam del Toral
Miriam del Toral
Asesora de lactancia, lactivista y tanatóloga gestacional. Siempre interesada en hacer sinergia entre mujeres. Es fundadora de Maternidad Sustentable y del Movimiento Lactivistas Unidas.

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