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domingo, abril 28, 2024

Nada como el amor, nada como la soledad

“Así funciona el corazón. No es algo uniforme. Es como el curso de un río. Se adapta a la forma de las cosas”.

Haruki Murakami

 

“Sólo hay comunicación sin palabras, ruidosa, que es un problema. Hoy en día, ni siquiera hay conocimiento, solo información. Saber es completamente diferente de la información. El conocimiento y la verdad suenan anticuado ahora.”

     Byung-Chul Han           

 

 

 

De muchas formas la historia humana está entre tejida entre dos conceptos que hemos formulados con una basta polisemia y con grandes relatos que hacen su aparición en la cultura como formas de intentar dar sentido y poner palabras a lo que se experimenta y se siente que es de una u otra manera expresiones de lo inefable, de lo inasible, de lo indecible, tanto por que las palabras faltan como porque se hace un nudo en la garganta que impide manifestar de alguna forma lo que se siente, lo que se pien¿                                           aa, lo que se añora, lo que nos falta.

 

Son tiempos de acudir a la memoria, a la historia, a las palabras dichas por otros y otras antes de nosotros, inclusive ahora. La literatura, la poesía, el cuento, la novela, la pintura y todas las formas del arte son parte de ese capital cultural al que podemos acudir como tablas de salvación, ante una sociedad que le apuesta a la imagen, al ruido, a las pantallas y a una nueva decodificación del lenguaje, que apuesta por lo simple o banal, dejando de lado la posibilidad de encontrar sentidos y significados que se puedan entender por muchos y dar el mensaje que se quiere compartir, dejando todo o casi todo en lo superficial, en lo inocuo, y en la falta de compromiso con el otro, con los otros y las otras, haciendo que todo sea diversión, distracción, enajenación y control social.*/

 

Las formas de comunicación evolucionan, la prisa es el principio que rige, lo efímero es lo de hoy, la memoria de corto plazo funciona entre que usa el dedo índice en la pantalla para recorrer visualmente cientos memes y ver hasta miles de mensajes, que no se decodifican, y que sin mas se comparten en las redes sociales, el algoritmo de las redes condiciona lo que se ve, las preferencias se orientan sin ningún enfado y si con la idea de perfilar identidades y ubicar segmentos de consumo, targets de una mercadotecnia que no tiene ningún escrúpulo en usar tus datos personales y tú “historia” del uso de la redes sociales para poder atraparte en sus “en sus redes”.

 

Lo esencial es invisible para los ojos escribió Antoine de Saint-Exupéry en El principito. El problema hoy es que lo invisible esta en el contexto de ser “observados” y no darnos cuenta y sobre todo el no querer saber nada sobre quienes nos observan. Lo invisible son las formas del poder que operan sobre todas las personas que estamos “conectadas” a la gran red, a la Matrix que nos hace ver cosas que no son y en creer en cosas que no existen.

 

Hay cierta oportunidad desde nuestra condición de persona si vamos haciendo un poco de caso a lo que sentimos y pensamos, a nuestras emociones y a las acciones que tomamos. Para ello podemos recurrir al amor y a la soledad, palabras/concepto que el filósofo francés André Comté- Sponville usa para dar título a uno de sus libros: “El amor La soledad”, para hablar, “Más allá de la desesperanza, de la Violencia y la Delicadeza y del Esfuerzo de Vivir” y que, en esta época de claroscuros, en donde nos confunden todo el tiempo -como sociedad tecnologizada- a través de la ceguera que nos genera la luz de las pantallas y de la angustia de tener las pantallas apagadas.

 

Nada como el amor, nada como la soledad, es nombrar de alguna forma la genuina e inocentes la condición humana. Lo que buscamos desde siempre, ser amados, amar, y la vez ser uno mismo desde la introspección, y que sentir la soledad es saber estar con uno mismo, sabiendo que solo podemos “ser” estando con otros.

 

Se vale sentir la soledad, experimentarla, pero a la vez debemos aceptar que nunca podremos estar solos y eso es lo que nos permite poner los afectos como medio para la construcción del amor, ese amor abarca todo y nos hace humanos como seres deseantes, carentes, incompletos y en falta, pero dispuestos vivir la experiencia del amor y de la soledad para reivindicar la existencia misma, con toda la complejidad de la condición humana, que nos lleva a la tragedia, al dolor, a la muerte, al vacío y las prácticas sociales que nos alejan de la posibilidad de ejercer nuestra autonomía, nuestra libertad y nuestra dignidad como personas.

 

Comparto un conjunto de frases, fragmentos de poemas e ideas expresadas por diversas personas, poetas, escritores, artistas que en diversos tiempos han dicho algo al respecto del amor y la soledad, que les invito a leer y a pensar, a buscar en su mensaje algunas ideas y pistas que susciten una provocación para que podamos pensarnos y sentirnos desde el amor y la soledad.

 

“Y si vivieras conmigo,

te dejaría cartas debajo de la almohada.

Sé que no te gusta la soledad

y que también te gusta leer.

Eso te ayudará con ambas cosas“.

 

Jaime Sabines

 

“Amen y háganse amar. No se conformen con poco”.

 

María Félix

 

“A menudo son las ausencias las que nos hacen compañía, no se pueden tocar ni sentir, pero las llevamos dentro”.

 

  1. Lion

 

“Creo que todo lo bueno que tiene la vida no se ve, sino que se descubre al escarbar la superficie de lo evidente”.

 

Elvira Sastre

 

“Tenemos que obligar

a la realidad a que responda

a nuestros sueños,

hay que seguir soñando

hasta abolir la falsa frontera

entre lo ilusorio y lo tangible,

hasta realizarnos y descubrirnos

que el paraíso estaba ahí,

a la vuelta de todas las esquinas”.

 

Julio Cortázar

 

El arte es lo que resiste:

lo que resiste a la muerte,

a la servidumbre,

a la infamia y

a la vergüenza.

 

Gilles Deleuze

 

Aquí está el secreto más profundo que nadie conoce

(Aquí está la raíz de la raíz y el brote del brote

y el cielo del cielo de un árbol llamado vida; que crece

más alto que el alma puede esperar o la mente puede esconder)

y esta es la maravilla que mantiene las estrellas separadas

 

llevo tu corazón (lo llevo en mi corazón) …

 

  1. E. Cummings

 

“El amor es el anhelo de abrazar a una persona con fuerza y estar en el mismo lugar que ella. El deseo de abrazarla dejando fuera al mundo entero. La nostalgia del alma de encontrar un refugio seguro”.

 

Orhan Pamuk

 

 “Lo más doloroso es perderte en el proceso de amar demasiado a alguien y olvidar que tú también eres especial”.

 

Ernest Hemingway

 

“Siempre olvido lo importantes que son los días vacíos, lo importante que puede ser a veces no esperar producir nada, ni siquiera unas pocas líneas en un diario.  Un día en el que uno no se ha esforzado hasta el límite parece un día dañado, perjudicial, un día pecaminoso.  ¡No tanto!  Lo más valioso que uno puede hacer por la psique, en ocasiones, es dejarla descansar, vagar, vivir en la luz cambiante de una habitación”.

 

Mayo Sarton

 

“No conozco una oración más hermosa que esa con la que terminaban los antiguos espectáculos de la India: “Que todos los seres vivos permanezcan libres de dolor”.

 

Arthur Schopenhauer

 

“Considero que lo más importante, el mayor regalo que se le puede hacer a alguien que uno ama, es darle la capacidad de elegir lo que quiera, darle libertad”.

 

Blanca Varela

 

“Siempre me pareció que las cosas son hermosas, valiosas, cuando son regalos, no adquisiciones, porque entonces traen inmediatamente consigo el segundo obsequio: poder sentirse agradecido”.

 

Lou Andreas-Salomé

 

“Para vivir en este mundo

debes ser capaz

de hacer tres cosas:

amar lo mortal

y sostenerlo contra tus huesos

sabiendo que tu propia vida

depende de ello;

y, luego, cuando sea el momento

dejarlo ir,

 

dejarlo ir”.

 

Mary Oliver

 

“El pasado es valioso

porque las emociones

nunca se comprenden

en su momento”.

 

Virginia Woolf

 

“En este mundo de dolor,

los cerezos florecen

incluso entonces”.

 

Kobayashi Issa

 

“Alguien que amé una vez me dio

una caja llena de oscuridad.

 

Me llevó años entender,

que esto también, fue un regalo”.

 

María Oliver

 

 

 

Arturo Mora Alva
Arturo Mora Alva
Biólogo por la UNAM, Mtro. en Educación por la UIA León, Doctor en Estudios Científico Sociales por el ITESO con especialidad en Política. Profesor Universitario en todos los grados. Investigador Social, Consultor y Analista.

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