Guanajuato, Gto. Las obras de reparación del Camino Antiguo a Marfil no han llegado a su punto final en casi tres años que comenzó la historia de rehabilitación del camino, cuando ocurrió el primer colapso del muro.
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La reconocida zona de paseo al aire libre y vistas a Ex Haciendas permanece con el paso “atropellado” por acordonamiento viejo, grava y tierra de obra inconclusa.
Integrantes de Guardianes del Camino Antiguo, señalan que distintas autoridades han intervenido a lo largo de estos tres años: Obra Pública, la Secretaría de Infraestructura y Conectividad (SICOM) y el Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIMAPAG), pero sin coordinación.
“Tenemos casi tres años con «obra tras obra» en el camino; llega una después de la otra a recomponer, ajustar o acomodar. La intención es buena, pero vienen y lo arreglan de una forma no adecuada. Entonces se destruye, o ellos mismos (las autoridades) deciden hacer una nueva intervención. Y entonces, lo que vino a hacer el Municipio, luego viene el Gobierno del Estado y luego viene SIMAPAG. Y vienen en distintos momentos y hace que el camino, a lo largo de estos últimos años siempre tenga una obra y siempre tenga un cierre y siempre haya una dificultad y no acabe de ser un camino cuyo objetivo primordial, es que sea de paso y recreación para las familias”, denuncian.
La intervención actual está a cargo ahora del SIMAPAG y llevaba cerca de seis meses sin terminar, pues empezó el 23 de marzo. Se trata de la instalación de un colector sanitario, que implicó, relatan los vecinos, la apertura del camino para colocar vigas de acero, cambiando el material antes instalado por otras autoridades.
Los trabajadores que asisten la obra son pocos, señalan, por lo que los avances son “a paso de tortuga”.
Una de las rampas ubicadas por el tramo de Pánuco, se volvió incluso intransitable por los baches ocasionados por el tránsito de la maquinaria pesada.
“El contratista tiene la indicación de retirar el material cuando se haga la limpieza completa desde el San Gabriel de Barrera hasta el Templo, que es prácticamente la mayor parte del camino”, relatan.
La obra incluso ha atraído también a que personas intenten robar fierro y material de construcción, señala el cuidador del lugar.
El camino, que era favorito de algunos corredores, incluyendo por ejemplo a Laura Galván “La Gacela”, ha dejado de frecuentar debido a las obras inconclusas.
