El rector de la Universidad de Guanajuato admitió ayer que hay fuertes carencias que deberán ser remontadas para proteger a los trabajadores, que específicamente se desarrollan en las labores de mantenimiento, esos que no alcanzan el sindicalismo y mucho menos una base que les brinde seguridad social.
Luis Felipe Guerrero reconoció que la UG no tiene la capacidad financiera para enfrentar los riesgos de tantos trabajadores de mantenimiento que no cuentan con red médica, “qué más quisiéramos”, expresó ante el cuestionamiento directo.
Pero la radicalidad de las realidades muestra otra cosa. Las medidas de austeridad son risibles con el “oneroso” compromiso de reducir apenas el 4 por ciento de su salario a los rectores de Campus y, por supuesto, a los secretarios adscritos a la rectoría general. A los aliados políticos apenas se les toca.
Por otro lado, llama la atención la ostentosa comilona que se ofreció a los agremiados a la Asociación Sindical de Personal Académico y Administrativo de la Universidad de Guanajuato (Aspaaug), en la que hubo ostentosos regalos como viajes al extranjero, automóviles y demás obsequios que si bien no absorbe la UG en su totalidad, sí colabora de manera importante. El gasto, aún está por transparentarse.
Está el otro convivio que se ofreció de manera privada a integrantes de la Asociación Sindical de Trabajadores de la Universidad de Guanajuato (Astaug) y los abogados del Departamento de Derecho, a una reunión en un hotel de lujo. Las sospechas cundieron entre los presentes porqué esto sólo fue la antesala de la reunión a la revisión de los proyectos para reformar el sistema de pensiones.
Ante todo esto, no cabe la menor duda que hay prioridades esperemos que su orden haga justicia a los familiares de Jorge Valtierra y este se ubique en primer lugar.
Del dicho al hecho…
Del dicho al hecho hay mucho trecho y esto es lo que ocurrió con el delegado de la Secretaría de Gobernación, Javier Aguirre Vizzuet, quien apenas hace unos días envió un comunicado para manifestar su compromiso con la defensa de la libertad de expresión, pero este lunes cuando se encontró con la prensa, prefirió dar la espalda e ignorar sus preguntas.
… entonces, ¿cuál compromiso con la libertad de expresión? Al delegado se le olvida que como funcionario público, debe responder los cuestionamientos de la prensa, sobre todo cuando el tema que se le solicitaba era justamente ese: que hablara sobre los derechos del ejercicio periodístico.
El gobierno federal, en particular la Procuraduría General de la República, designó a un Fiscal Especial para la Atención de Delitos Cometidos Contra la Libertad de Expresión y justo a ello hacía referencia el comunicado enviado por la delegación de la Segob, lo malo es que no especificaba cuál sería la intervención directa de dicha fiscalía en Guanajuato, y más ahora que se han cometido agresiones contra periodistas como Coco Bernal y Carmen Pizano, por mencionar las más recientes, y la coyuntura que se genera con la discusión de la Ley de Protección para Defensores de Derechos Humanos y Periodistas.
Pero Aguirre Vizzuet prefirió evadir el tema, negarse a la libertad de expresión y ser incongruente en la postura que apenas unos días antes manifestó. Al delegado no se le da eso del trato con los medios de comunicación y siempre procura huir de los cuestionamientos.
