León, Gto. El próximo 6 de octubre, las instalaciones de Cinépolis en el centro comercial Gran Plaza cerrarán sus puertas, poniendo fin a una etapa en la vida de muchos visitantes y locatarios que con nostalgia recuerdan sus más grandes momentos.
Los empleados del cine han confirmado que esperan ser reubicados en otras sucursales, pero aún no tienen claridad sobre su futuro laboral, lo que ha generado incertidumbre.

El cine ha sido uno de los principales atractivos de la Gran Plaza, que ya se encontraba en declive, y su cierre podría acelerar la disminución del tráfico de visitantes.
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Durante un recorrido por los pasillos del centro comercial, se observó que muchos locales están vacíos o en renta, y los comercios que aún operan como tiendas de ropa, accesorios, perfumerías, estudios dentales, estéticas, y agencias de viajes, ven con pesimismo el futuro del lugar.

“Ahora la plaza se va quedar sola y sin visitantes, la gente que venía era por el cine y de ahí se pasaban al MCDonalds”, contó uno de los visitantes.
El área de comida rápida ha ido desapareciendo, y quienes aún comen en la plaza lo hacen con comida traída de casa.
Los empleados de los pocos negocios restantes expresan tristeza por el cierre del cine, pues era uno de los últimos motivos para que la gente visitara la plaza.

Con el cierre de Cinépolis, muchos temen que la Gran Plaza se quede aún más vacía, agravando la ya notoria falta de actividad comercial.
Algunos visitantes recuerdan con nostalgia la época dorada de la plaza, cuando tiendas como Fábricas de Francia y Liverpool y los bares nocturnos atraían multitudes.
“Le va dar en la torre el cierre del cine a la plaza porque era lo que atraía visitantes y ahora se va a ver todavía más sola de lo que ya está”, contó otra visitante.

Ahora, esos recuerdos contrastan con la soledad que reina en los pasillos del centro comercial.
Los cinéfilos también lamentan la pérdida de las proyecciones de películas en su idioma original y las funciones en la sala de arte, que eran características apreciadas por el público en este recinto.

A días del cierre del cine, los locatarios se mantienen a flote en un espacio que cada vez comienza a ser delimitado a los visitantes, pues muchos de sus accesos permanecen cerrados con candados y el estacionamiento subterráneo tiene años sin operar.