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viernes, abril 26, 2024

CAPÍTULO 59: Arqueología de la Arqueología. Onceava parte

La ENAH

Me había comprometido a que en este capítulo me enfocaría en el Museo Nacional de Antropología (MNA), pero sería nefasto de mi parte no abordar un tema que considero esencial en toda esta historia que he venido relatando desde mis conocimientos y mi muy particular punto de vista: La Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), mi alma mater.

La ENAH no fue la primera escuela de este tipo, pero sí la que llegó para quedarse después de algunos intentos, no fallidos, pero que fueron motivando a mejorar la idea que se pretendía. Una de esas escuelas, fue la que fundó y dirigió el Arqueólogo Manuel Gamio[1], junto con otras personalidades, en las postrimerías del Siglo XX: Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americana.

La urgencia nacionalista de Lázaro Cárdenas, no debía hacer esperar nada que tuviera que ver con el indigenismo. Sería su legado[2]. Para ampliar más el tema, dejo esta liga.

La antecesora de la ENAH sería el Departamento de Antropología Biológica, inserta en la recién formada Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y esto le daría el marco jurídico y académico para los propósitos institucionales de enfocarse en las comunidades indígenas y tener la posibilidad de establecer las ligas para hacer patente que la nación mexicana era multidiversa, pluricultural y contaba con un acervo que se remontaba a miles de años y era urgente estudiar.

Al amparo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), nace el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), al que se le encomienda la tarea mencionada en el párrafo anterior, pero para eso debería contar con una escuela que formara profesionales en las áreas de arqueología, historia, antropología y otras más afines a los objetivos.

Así que, para 1942, el director del INAH, el Arqlgo. Alfonso Caso, el Dpto. de Antropología del IPN, se va a incorporar al INAH, y desde ese momento toma el nombre de Escuela Nacional de Antropología (ENA) Pero falta algo fundamental: la enseñanza de la Historia. Así que en 1946, se logra un convenio con el Colegio de México (COLMEX) y se agrega esta hermosa disciplina a la escuela que ahora sí toma el nombre completo, Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).

Su primera sede es donde hoy se encuentra el Museo Nacional de la Culturas, en la calle de Moneda, junto al Palacio Nacional, en la Ciudad de México. La segunda sede (de 1958 a 1964), es en la misma calle de Moneda, pero ahora en el #16.

En 1964 se traslada al recién inaugurado MNA, en el Bosque de Chapultepec. Para 1979, tiene una nueva sede y ahí se encuentra en la actualidad. Junto a la Zona Arqueológica de Cuicuilco, vecina de uno de los vestigios arqueológicos que cuentan con más de dos mil años de antigüedad.

El INAH cuenta con tres centros educativos muy importantes. La ENAH, la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM); y la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México (EAHNM), en Chihuahua, todas igual de importantes.

Si algo me queda claro de la ENAH, es que siempre ha educado gente con deseos de ir más allá de lo establecido, y es por eso que en muchas ocasiones se le ha llamado “radical”. Nada más alejado de la realidad. Lo que ha hecho es formar gente con pensamiento crítico, con un conocimiento científico de primera  y con ese ánimo y amor que nos caracteriza a los “ENAHnos”, por el estudio y la divulgación de nuestro México. ¡Ah! y también por los TLACUACHES, nuestra mascota.

De igual forma, se distingue por ser una de las escuelas más combativas y críticas hacia el sistema, a la par de las más conscientes de las situaciones por las que atraviesa nuestro País. Es por eso que se le ve en muchas de esas luchas sociales importantes, tanto a nivel local como a nivel nacional.

La ENAH cuenta con varias licenciaturas y algunos posgrados. Dejo la liga para que, la persona que esté interesada, solicite la información que requiera para formar parte de alguna de estas grandiosas instituciones.

La próxima entrega SÍ la dedicaré al MNA, que hoy es el mayor legado del patrimonio arqueológico existente en México.

Estimado lector, espero sus comentarios al correo que viene más abajo. Nos leemos la próxima semana, que #HablemosDeArqueología.

NOTA: Todo lo aquí expresado, es producto de investigaciones formales, realizadas por varios profesionales, principalmente de la arqueología, así como de otras áreas académicas formales, con el afán de complementar el conocimiento aquí vertido. Las imágenes mostradas son extraídas, en su mayoría, de la revista Arqueología Mexicana y otras, tomadas del internet.

Cada artículo e imagen en estas crónicas, no tiene intención de dañar NI ofender ninguna posición política o religiosa. Son opiniones meramente científicas.

Los hipervínculos que aparecen son, normalmente, artículos de mi autoría y/o referencias necesarias para ampliar el tema.

CORREO: arqueolobocarlín@gmail.com

#HablemosDeArqueologíaCarlín

https://www.facebook.com/Mah-titlahtohcan-itech-arqueología-108577840559560/

[1] Encontrará más información en la liga que adjunto, que es parte de la serie “Mah Titlatohcan Itch Arqueología”

[2] https://zonafranca.mx/opinion/hablemos-de-arqueologia/capitulo-57-arqueologia-de-la-arqueologia-novena-parte/

Luis Humberto Carlín Vargas
Luis Humberto Carlín Vargas
Arqueólogo egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Coordinador General del Proyecto Cultural León Prehispánico (PCPAC). Coordinador Académico de los Diplomados de Arqueología e Historia de México (DAeHM). Ingeniero en Sistemas. Músico. Correo electrónico: luishumberto.carlin@pcleonprehispanico.com

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