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viernes, abril 26, 2024

Trigésima quinta Disquisición. Diversidad sexual, ¿tema escabroso?

Esta columna ha sido anfitriona de varios temas (“La otredad”, “Racismo”, “Tolerancia”, “Diversida cultural”, “Por qué Antropología”), que hoy son pertinentes para analizar este tema, que para muchos parece “escabroso” o un tabú. Le invito a seguir las ligas para ampliar más el debate.

En mi humilde opinión, es precisamente, la falta de respeto a la “otredad“, y sobre todo debido a los prejuicios religiosos, dos de los elementos que han provocado que las personas sean calumniadoras e hipócritas ante las diversas revelaciones sexuales que hoy están más visibles que nunca. Aunque en ocasiones la doble moral o el doble discurso, los mantenga durante toda su vida “dentro del closet”, como coloquialmente se le nombra a esta situación.

Esas manifestaciones sexuales no son para nada nuevas, han estado presentes en la mayoría de las culturas universales. Ejemplos hay muchos, aunque no me detendré en mencionarlas, por falta de espacio. Pero jamás tan visibles como desde las últimas cuatro décadas del Siglo XX, y las que ha recorrido este inicio del Tercer Milenio.

Hoy es muy común encontrar videoconferencias, libros, cursos, etc., que abordan el tema, pero ni con toda esa información circulando, la gente respeta. No puede solamente dejar que el mundo ruede, y que cada uno ejerza la naturaleza que le plazca. La que sea, obviamente sin llegar a excesos que dañen a otros individuos, y que por supuesto sabemos perfectamente cuáles son esos límites. 

Para muchas personas, con solo ver las siglas LGBTTTIQ+, muy probablemente les va a causar inquietud y/o escarnio. O ver que alguien porta la bandera arco iris, será motivo para ejercer agresiones verbales o físicas, a quien se atreva a portarla. Pero, ¿alguna vez ha investigado qué quieren decir las siglas que menciono al inicio de este párrafo? En relación a este asunto, me encontré un desglose muy puntual de los términos en la página de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, y le invito a que la consulte, y de esa forma conozca más acerca de este tema que no tiene nada de escabroso. En ella podrá darse cuenta que esas personas, que sin ningún recato muchos odian, son seres humanos igual que los demás que habitan el planeta. La mayoría tenemos la misma capacidad craneal, el mismo número de huesos y los mismos órganos internos, que cualquier otra persona (aunque sabemos que existen algunas excepciones por males congénitos). Probablemente el color de piel, ojos y cabello, sea distinto; pero sigue siendo humano, y es lo primero que nos debe importar. 

No podemos, ni debemos denostar a otros por sus preferencias sexuales, que como ya dije, mientras no lastimen a otros seres, pueden ser y hacer los que les plazca y colme su vida. Sepamos respetar a la “otredad”.

Deberíamos vivir en un mundo en el que la DIVERSIDAD (de cualquier tipo), sea uno de los valores más preciados, y de esa forma no supondríamos que hay una sola forma de vivir “correctamente“.

Y Usted, amable lector(a), ¿respeta a la comunidad LGBTTTIQ+ o le provoca odio y/o mofa? Mucho cuidado con esos sentimientos, ya que pueden ser emociones reprimidas, que esconden algo más. 

 

#DisquisicionesSociales       #DisquisicionesSocialesCarlín

arqueolobocarlin@gmail.com

Bandera de la diversidad (Publicada en el periódico el País Digital)

 

Luis Humberto Carlín Vargas
Luis Humberto Carlín Vargas
Arqueólogo egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Coordinador General del Proyecto Cultural León Prehispánico (PCPAC). Coordinador Académico de los Diplomados de Arqueología e Historia de México (DAeHM). Ingeniero en Sistemas. Músico. Correo electrónico: luishumberto.carlin@pcleonprehispanico.com

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